domingo, 8 de abril de 2012

MESIANISMO: ESPERANZA Y UTOPÍA


De los ejes más constantes y presentes en todo el Antiguo Testamente son los expresados en las fórmulas promesa-realización y profecía-cumplimiento. Podíamos decir que todo el Pentateuco, las dos grandes obras históricas del Deuteronomista y del Cronista, así como la mayoría de los escritos proféticos han sido estructurados a partir de esos ejes o los convierten en sus contenidos fundamentales. Las primeras promesas hechas a Abrahán se irán enriqueciendo con nuevos desarrollos hasta culminar en la posesuión de la tierra. La promesa dinástica hecha a David contribuirá a la estabilidad de la monarquía y a la confianza en la protección de Dios sobre Jerusalen y su ungido. Los anuncios proféticos, a su vez, pondrán de manifiesto las limitaciones y caducidad de las antiguas promesas, purificándolas y ensasnchando su contenido.

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