sábado, 11 de agosto de 2012

CURACIÓN DE UN LEPROSO



Cuando Jesús bajó del monte, lo siguió mucha gente. Entonces se le acercó un leproso y se postró ante él, diciendo:
Señor, si quieres puedes limpiarme.
Jesús extendió la mano, le tocó y le dijo:
Quiero, queda limpio.
Y al instante quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo:
No se lo digas a nadie, pero ve, presentate al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moises, para que tengan constancia de tu curación.

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