miércoles, 31 de octubre de 2012

LA HIGUERA SECA


Por la mañana temprano, cuando volvía a la ciudad, sintió hambre. Vió una higuera junto al camino, se acercó a ella y, al no encontrar más que hojas, le dijo:
Que nunca más brote de ti fruto alguno. Y la higuera se secó en el acto.
Al ver esto, los discípulos se quedaron admirados y se preguntaban: ¿Como es que la higuera se secó en el acto? Jesús les respondió: Os aseguro que si teneis fe y no dudais, no solo hareis lo de la higuera, sino que, si decís  a este monte: < Quitate de ahí y arrojate al mar> sucederá así. Y todo lo que pidais con fe en la oración lo obtendreis

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