domingo, 11 de noviembre de 2012

EL VALOR DE LO INSIGNIFICANTE



El  Templo era el lugar más frecuentado de Jerusalen.
Observa Jesús a los sacerdotes y letrados, que, envueltos en sus amplios ropajes, buscan la referencia de la gente -salitr en la foto, diríamos hoy-.
Ve también como los poderosos hechan grandes cantidades, monedas contantes y sonantes, sobre todo sonantes, en los cepillos del templo. En ambos casos su juicio es duro y riguroso. En cambio exalta un episodio tan humilde que pasa desapercibido ante la gente: "Se acercó una pobre viuda y hechó dos reales". La escena es de tal sencillez y discreción que Jesús tiene que llamar la atención de los discípulos: "Esa pobre viuda ha hechado más que nadie: los demás han hechado lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha hechado todo lo que tenía para vivir".

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