jueves, 16 de mayo de 2013

ESPACIO DE LIBERTAD


El Hijo del carpintero.  Así es como conocen a Jesús en su tierra, tal y como nos lo narra el evangelista Mateo. Evidentemente no es la mejor carta de representación para ser reconocido como el Ungido de Dios. Por supuesto que si hubiese dependido de nosotros, si Dios nos hubiese consultado, y dada nuestra particular forma de combinar fe con éxito, hubiesemos hecho nacer a Jesús en otro ambiente y entre personas mucho más influyentes desde todo punto de vista., Dios, que conoce nuestro terrible poder de manipular -incluso a Él mismo-, le hizo nacer allí y con quienes no es posible el escasparate de las vanidades ni es seguimiento adulador. Al asumir el rechazo con tan sorprendentes razones, Jejús entra en el espacio de la libertad total, al tiempo que nos muestra que ese es el único espacio en el que su Evangelio es preservado en su total frescura y transparencia.

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