NO TE OLVIDES DE LOS HUMILDES
¡Levántate, Señor Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes!
¿Por qué desprecia el malvado a Dios, pensando: "tu no me pedirás cuentas"?
Pero tu ves la pena y la aflicción y las tomas en tus manos: el desvalido se abandona en tí, tu eres la salvación del huérfano.
¡Rompe el brazo del malvado, pídele cuentas de su maldad hasta que desaparezca!
¡Levántate, Señor Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes!
¿Por qué desprecia el malvado a Dios, pensando: "tu no me pedirás cuentas"?
Pero tu ves la pena y la aflicción y las tomas en tus manos: el desvalido se abandona en tí, tu eres la salvación del huérfano.
¡Rompe el brazo del malvado, pídele cuentas de su maldad hasta que desaparezca!
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