domingo, 6 de mayo de 2012

LAS DOS CASAS

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, es como aquel hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y se abatieron sobre la casa; pero no se derrumbó, porque estaba cimentada sobre roca
Sin embargo, el que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, es como aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayo la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, se abatieron sobre la casa, y esta se derrumbo. Y su ruina fue grande.

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